El universo es sumamente grande y no deja de crecer. Para estudiar la energía oscura, esa misteriosa fuerza detrás de la expansión acelerada del cosmos, los científicos han comenzado a utilizar el Instrumento Espectroscópico de Energía Oscura (DESI, por sus siglas en inglés), que cartografiará más de 40 millones de galaxias, cuásares y estrellas desde el telescopio Mayall, instalado en el Observatorio Kitt Peak en Arizona (Estados Unidos).

La colaboración de este proyecto ha hecho público este martes su primer paquete de datos, que recoge casi dos millones de objetos para su posterior análisis.