Hace miles de años los humanos observaron que fenómenos físicos como las estaciones estaban asociados a los ciclos que seguían los astros. Pensaron que si conseguían entender cómo funcionaba el cielo tal vez podrían predecir los designios del hombre. Así, la creencia de que los cielos influían sobre la vida de las personas contribuyó al desarrollo de la astronomía.
Mientras que el Almagesto de Ptolomeo era un libro sobre lo que hoy consideramos astronomía, su Tetrabiblos es de astrología. Para Ptolomeo, astronomía y astrología son complementarias, y lo aclara en la introducción al Tetrabiblos: