En los últimos días han aparecido en los medios de comunicación numerosas menciones a una nova que será visible a simple vista en los próximos meses. En primer lugar hay que aclarar que una nova y una supernova son fenómenos completamente distintos y que esta nova no supone ningún peligro para la Tierra, como han afirmado algunos medios de manera sensacionalista.

En este caso particular se trata de una nova recurrente, es decir, un aumento de brillo repentino por parte del sistema estelar T Coronae Borealis, o T CrB (a 3000 a.l. de nosotros) que se ha estado repitiendo en periodos de 80 años y cuyo último aumento de brillo se produjo en 1946, por lo tanto es de prever que se repita también este año.