Desde que Albert Einstein alumbrara la teoría general de la relatividad hace más de cien años, decimos que la gravitación es un efecto geométrico. ¿Y esto qué significa?
Imagina una malla elástica –el conjunto del espacio y el tiempo– que se deforma cuando le ponemos encima algún objeto, como una pelota, por ejemplo. Cuanta más materia haya concentrada en una región (cuanto más pesada sea esa pelota), más se curvará la malla.




