Los datos recabados en una nueva investigación liderada por científicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) confirman que las olas de calor registradas en 2022 y 2023 en el Mediterráneo occidental, con veranos que alcanzaron anomalías de temperatura de +3,6°C y +2,9°C respectivamente, llegaron a superar las variaciones climáticas naturales de los últimos 1.000 años. El estudio, realizado en colaboración con investigadores de la Universidad de Zaragoza, el Instituto de Geociencias (IGEO-CSIC) y las universidades Johannes Gutemberg (Alemania) y de Cambridge (Reino Unido), revela que el cambio climático está intensificando estos fenómenos extremos y adelantando su aparición, ya que las predicciones apuntaban a que no iban a ocurrir hasta finales del siglo XXI.