Un estudio reciente, dirigido por el Centro de Astrobiología (CAB), CSIC-INTA, informa que el ácido desoxirribonucleico (ADN) puede preservar información biológica incluso después de millones de años de exposición a la radiación bajo las condiciones extremas de la superficie marciana. Este hallazgo abre nuevas vías para la búsqueda de vida pasada en Marte y en otros entornos potencialmente habitables.




