Unas consideraciones previas
Si estás pensando en regalar o auto-regalarte un telescopio, vamos a tratar de orientarte mínimamente para que no lo lamentes más adelante.
El primer consejo sería evitar una compra rápida y compulsiva, muchas veces empujado por carecer de otras ideas. Si aún no sabes que tipo de telescopio necesitas, o para que lo vas a utilizar la mayor parte del tiempo, y si todavía no conoces el cielo, lo mejor que te podemos recomendar es que busques por casa esos prismáticos olvidados o te compres unos sencillos de 7×50 o de 10×50, y un planisferio o carta celeste. Mejor y más baratos son unos prismáticos de cierta calidad que el telescopio más flojo del mercado (lo que los astrónomos llamamos un «juguete» o un «mata aficiones«).
También te podemos recomendar que te apuntes a una agrupación astronómica local. Sin duda, el estar en contacto con otros aficionaos te facilitará el aprendizaje, te permitirá acceder a la consulta de libros y revistas sobre la materia y, sobre todo, te dará la oportunidad de observar por los telescopios de la asociación o de otros compañeros de afición. Si se organizan salidas de observación colectivas, coge tus prismáticos y apúntate. Allí aprenderás a conocer mejor el cielo, verás objetos que aún no te son accesibles, y te adentrarás en el manejo del telescopio y las técnicas de observación. Seguramente ellos organicen cursos que te vendrán de maravilla.
Poco a poco irás aumentando tus conocimientos, con el paso de los meses ya irás conociendo constelaciones y habrás aprendido a buscar e identificar bastantes cosas. El contacto con otros aficionados te habrá permitido observar por varios telescopios y habrás comparado entre ellos. Incluso puede que ya tengas preferencia por alguna especialidad (planetas, estrellas dobles, heliofísica, etc.). Es entonces cuando puedas madurar la decisión de tener tu propio telescopio porque ya sabes lo que quieres y lo que esperas del nuevo instrumento.
Por lo tanto, aquí va nuestro decálogo:
- No existe lo bueno, bonito y barato. Si que hay telescopios baratos, pero no son recomendables para empezar. Su baja calidad (muchas veces las lentes son de plástico), y monturas inestables que se mueven sólo con estornudar, suelen llevar al desencanto, con el abandono de la afición y un telescopio en el trastero.
- Unos prismáticos son un excelente primer telescopio. El kit se completaría con un planisferio y un libro de iniciación.
- Consulta tus intenciones con alguna asociación de astronomía para que te asesore quien conoce el tema. Ellos no son una tienda y te darán opiniones certeras y fundadas.
- No compres nada sin tener unos conocimientos mínimos de astronomía o sin haber probado anteriormente algún otro equipo y haber observado con él. Si no sabes a donde apuntar, te cansarás de ver siempre las mismas dos o tres cosas. Ah, por si no lo sabías, los telescopios astronómicos dan siempre una imagen invertida, no es que funcionen mal.
- No existe un telescopio ideal para iniciación. Para cada persona podría ser uno diferente. Dependerá de varios factores: el gusto personal, el lugar donde se utilizará, para qué se va a usar, o si el peso y el volumen me impiden guardarlo y trasladarlo con comodidad.
- No esperes encontrar un telescopio decente de iniciación, con un mínimo de calidad, por debajo de los 350 euros.
- Huye de comprarlo fuera de comercios especializados. Carrefour, Mediamarkt, etc., no venden telescopios, venden juguetes. En una asociación de astronomía te aconsejarán sobre comercios especializados para una compra fiable.
- No creas ciegamente lo que de cuente el vendedor, especialmente en una gran superficie. Probablemente él sepa del tema poco más que tú, y es posible que trate de venderte un telescopio concreto porque tenga más stock o porque le deje más margen comercial.
- Sea donde sea la compra, si compras “nuevo”, exige que sea “nuevo”. No te lleves el telescopio que tienen en exposición, cuya lente al descubierto -¿por qué no la taparán?- lleva meses en el escaparte sin proteger del polvo y de la humedad, y cuya montura han manoseado sin conocimiento docenas de curiosos.
- Si el telescopio es para un niño, valoremos si sabe lo que pide y si tiene una fuerte motivación. El manejo de un telescopio puede resultarle complicado, por lo que habría que ayudarle. Un telescopio barato y endeble, con una mala óptica y una peor montura, le llevarán a arrinconarlo pronto. Quizás es mejor unos prismáticos que, en caso de que pierda el interés por la astronomía, le servirán para visión terrestre.



