Durante casi dos décadas, el lugar predilecto para encontrar vida más allá de la Tierra era un mundo realmente alienígena: Titán, la mayor luna de Saturno. Bajo su espesa atmósfera naranja —comparable a la de la Tierra— y sus lagos y mares de metano parecía esconderse un océano global de agua líquida, enterrado bajo kilómetros de hielo. Ahora, un nuevo estudio liderado por científicos de la NASA obliga a repensar esta imagen: Titán no alberga un océano subterráneo, sino una inmensa capa de hielo caliente, parcialmente derretido.




