Un equipo internacional de astrobiologos ha descubierto varios fosiles «vivientes» en la fosa marina de Chile, frente al desierto de Atacama. La exploración de la Fosa de Atacama, en el norte de Chile, entre los 2900 y los 4450 metros de profundidad, reveló ecosistemas bentónicos conteniendo organismos
considerados descendientes de los que se extinguieron hace 65 millones de años.