Estas bacterias “extremófilas” han logrado adaptarse y proliferar en agua pesada extremadamente pura, un entorno muy hostil para la mayoría de formas de vida conocidas. El hallazgo, publicado en Microbial Genomics, abre nuevas perspectivas en biotecnología, degradación de plásticos y puede contribuir a la búsqueda de vida en ambientes extremos del sistema solar.