Si el cuerpo humano tuviera un libro de instrucciones, en la primera página figuraría una advertencia en letras mayúsculas: mantener la piel por debajo de 35ºC. Si estas condiciones no se cumplen, y la humedad relativa es muy alta, los sistemas de refrigeración innatos empiezan a no dar abasto. Algunos trabajos científicos habían determinado que estos límites fisiológicos humanos no se superarían de forma generalizada hasta experimentar un aumento de la temperatura media global de 6ºC, un escenario que no prevén ni los modelos climáticos más pesimistas. Pero el equipo de Daniel J. Vecellio y W. Larry Kenney ha recalculado estos límites y ha movido la línea roja: en muchas zonas del planeta —aseguran— la vida humana estará amenazada con un aumento superior a los 2ºC debido a variables como la duración y frecuencia de las olas de calor .