Los científicos no están del todo seguros de cómo comenzó la vida en la Tierra, pero una teoría predominante postula que los ciclos constantes de condiciones lluviosas y secas en los suelos ayudaron a formar los complejos componentes químicos básicos que son necesarios para la existencia de vida microbiana. Esta es la razón por la que el hallazgo de un mosaico de antiguas grietas de barro en buen estado de conservación es tan emocionante para el equipo de la misión del vehículo explorador Curiosity de la NASA en Marte.