Un instrumento para investigar la energía oscura da la medida más precisa de la expansión del universo

Desde la cima de una montaña en Arizona (EE UU), la comunidad científica es capaz de observar 11000 millones de años atrás en nuestro universo gracias a los 5000 pequeños posicionadores robóticos del Instrumento Espectroscópico de la Energía Oscura (DESI, por sus siglas en inglés: Dark Energy Spectroscopic Instrument) instalado en un telescopio.

La luz de objetos extremadamente lejanos está llegando ahora a DESI, una colaboración internacional liderada por el Lawrence Berkeley National Laboratory (LBL), que permite cartografiar el universo cuando estaba en su juventud y caracterizar su crecimiento hasta lo que observamos hoy en día.

En este proyecto participan más de 900 científicos de 70 instituciones de todo el mundo, algunas españolas. El instrumento con el que observa se opera con financiación de la Oficina de Ciencia del Departamento de Energía estadounidense y está instalado en el telescopio Nicholas U. Mayall del Observatorio Nacional Kitt Peakun programa, a su vez, del NOIRLab de la National Science Foundation (NSF).