El 20 de octubre de 2020, la sonda de la NASA OSIRIS-REx se posó sobre el asteroide 101955 Bennu, una roca espacial de unos 500 metros de diámetro que orbita en torno al Sol entre la Tierra y Marte. El aparato recogió unos 120 gramos de muestras que dejó caer en una cápsula al desierto de Utah en septiembre de 2023, y que los científicos analizan desde entonces. Dos revistas del grupo Nature publican ahora sendos estudios que detallan dichos análisis, de los cuales puede extraerse una conclusión principal: Bennu contiene tanta, tan completa y variada materia orgánica básica y sales minerales que casi podría considerarse un kit de piezas para la creación de vida, planteando intrigantes preguntas sobre el origen de la biología terrestre.