La evolución en los destellos de una estrella moribunda ha permitido a los astrónomos captar cómo se expande y engulle a uno de sus planetas. La Tierra correrá la misma suerte dentro de 5.000 millones de años.
Cuando una estrella se queda sin combustible, se hincha hasta alcanzar un millón de veces su tamaño original, engullendo toda la materia, incluidos los planetas, que encuentra a su paso. Hasta ahora los científicos habían observado indicios de estrellas justo antes y poco después de consumir planetas enteros, pero nunca habían captado una in fraganti.
Científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la Universidad de Harvard, Caltech y otros centros de EE UU informan esta semana en la revista Nature que lo han conseguido: han observado por primera vez una estrella engullendo un planeta.
La desaparición planetaria parece haber tenido lugar en nuestra propia galaxia, a unos 12.000 años luz de distancia, cerca de la constelación Aquila o del Águila. Allí, los astrónomos observaron un estallido de una estrella que se hizo 100 veces más brillante en solo 10 días, antes de desvanecerse rápidamente.