Hace justo un año el telescopio espacial europeo Euclid despegaba a bordo de un Falcon 9 desde Florida rumbo a una órbita de halo alrededor del punto L2 del sistema Tierra-Sol (ESL2), a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra. Euclid nació en 2012 como la segunda misión de tipo medio (M2) de la Agencia Espacial Europea (ESA) con el objetivo de estudiar la materia y energía oscuras. Gracias a un telescopio con un espejo primario de 1,2 metros y a dos instrumentos científicos, VIS y NISP, Euclid observará durante su misión primaria la forma y luminosidad de 1500 millones de galaxias y realizará hasta 35 millones de corrimientos al rojo de galaxias para entender mejor el sector oscuro del Universo. Y todo por un coste de unos 1400 millones de euros. En noviembre de 2023 se publicaron las primeras imágenes científicas de Euclid y desde entonces el telescopio ha continuado con su misión, que, en principio, debe durar un mínimo de seis años.