Cuando el que escribe esto estudiaba física, no se conocía ningún planeta fuera del sistema solar. Aunque era un clamor entre la comunidad científica que debían estar ahí fuera, y los primeros discos de polvo precursores de los planetas se habían encontrado ya en fecha tan temprana como 1984, también eran abundantes los trabajos científicos que defendían (con buenos argumentos) que nuestro sistema solar era algo único y que si no se encontraban planetas alrededor de otras estrellas era sencillamente porque no existían.

El tiempo dio la razón a los primeros con el descubrimiento durante la década de los noventa de los primeros planetas extrasolares; solo hacía falta dar con la técnica adecuada (y tener paciencia). ¡Hoy la cifra de exoplanetas encontrados supera ya los 5.000! Una extraordinaria revolución que fue premiada en 2019 con el Nobel de Física. El estudio de los exoplanetas nos ha permitido saber que el sistema solar es solo un caso entre una casuística muy variada de familias planetarias. Hemos encontrado sistemas similares al nuestro, y otros que en nada se le parecen, con planetas gigantes como Júpiter orbitando su estrella más cerca que Mercurio del Sol, planetas rocosos mucho más masivos que nuestra Tierra, o sistemas planetarios compuestos aparentemente por un único planeta.