Después de que nace una estrella , el material remanente forma un disco de gas y polvo a su alrededor, del que nacen los planetas. Cuanto menos masiva es la estrella, menos masivo es el material que queda y, por tanto, el disco. Se supone que esto es lo que ocurre en estrellas frías y pequeñas, a cuyo alrededor no pueden surgir planetas tan masivos como Neptuno, que requerirían un disco bastante masivo.
Sin embargo, eso es justo lo que ha descubierto un equipo internacional de astrónomos: un planeta que tiene una masa al menos 13 veces superior a la de la Tierra (similar a la de Neptuno) con una órbita cercana alrededor de LHS 3154, una estrella enana de muy baja masa, unas nueve veces menos masiva que el Sol.