Hace seis años, la misión Dawn de la NASA se comunicó por última vez con la Tierra, poniendo fin a su exploración de Ceres y Vesta, los dos cuerpos más masivos del cinturón de asteroides. Desde entonces, Ceres, un planeta enano rico en agua y con indicios de actividad geológica, ha sido el centro de intensos debates sobre su origen y evolución. Ahora, un estudio liderado por el IAA-CSIC ha empleado un enfoque innovador, a partir de los datos de Dawn, para identificar once nuevas regiones que sugieren la existencia de un reservorio de materiales orgánicos en el interior del planeta enano.