Los nuevos descubrimientos científicos se pueden clasificar en dos categorías diferentes. Hay descubrimientos que ayudan a confirmar lo que ya se sabe; nos reconfortan por el hecho de que los modelos físicos que hemos construido para explicar un fenómeno determinado son correctos. Pero también hay descubrimientos científicos que ponen en duda lo que creíamos saber. Son igualmente importantes, o quizá incluso más. De hecho, nos dicen que el modelo que habíamos construido no es del todo correcto y también nos muestran el camino a seguir para mejorarlo.