De niño, me resultaba difícil comprender la enorme escala temporal de la Tierra. Ahora, con casi dos décadas de experiencia como geólogo, creo que una de las mejores formas de entenderla es condensar toda la línea temporal en un solo año del candelario. No es un concepto nuevo, pero sí poderoso. ¿Cómo lo hacemos? Si consideramos que la edad de la Tierra es de 4 540 millones de años y la dividimos por 365 días, cada día del calendario gregoriano representa unos 12,438 millones de años.