Los agujeros negros, conocidos por absorber todo a su alrededor, también pueden emitir potentes chorros de partículas cargadas, provocando explosiones de rayos gamma que liberan más energía en segundos de lo que nuestro Sol emitirá en toda su vida. Para que esto ocurra, necesitan un campo magnético poderoso, cuyo origen ha sido un misterio durante mucho tiempo.