La cápsula de la sonda OSIRIS-REx aterrizó el pasado 24 de septiembre con muestras del asteroide Bennu y ya tenemos los primeros análisis preliminares. La NASA ha revelado hoy en una rueda de prensa que las muestras contienen una gran proporción de carbono (4,7%) y agua, aunque, en realidad esto en sí mismo no constituye ninguna sorpresa. Efectivamente, Bennu es un asteroide carbonáceo de tipo B, una clase de cuerpos menores que se caracteriza por contener carbono y volátiles como agua. No obstante, se trata de la mayor proporción de carbono jamás medida directamente en cuerpo menor y supera todas las mediciones de carbono obtenidas en los meteoritos terrestres. Análisis posteriores muchos más exhaustivos determinarán la composición precisa de las muestras —especialmente interesante será averiguar la proporción isotópica de determinados elementos—, así como su edad, que se estima en unos 4500 millones de años (se cree que Bennu se remonta a casi la formación del Sistema Solar).