En noviembre de 2023, durante solo una décima de segundo, la misión Integral de la Agencia Espacial Europea (ESA) detectó una breve explosión o destello de rayos gamma (GRB, por sus siglas en inglés) desde la galaxia M82, situada a unos 12 millones de años luz de distancia. En cuestión de segundos se lanzó una alerta a astrónomos de todo el mundo para que dirigieran hacia allí sus instrumentos y averiguar qué había ocurrido. “Inmediatamente nos dimos cuenta de que se trataba de algo especial. Los GRB proceden de muy lejos y de cualquier parte del cielo, pero este venía de una galaxia brillante cercana”, señala Sandro Mereghetti, del Instituto Nacional de Astrofísica Espacial y Física (INAF) de Italia y autor principal del estudio, publicado esta semana en la revista Nature.