Un equipo científico de China, EE UU y Reino Unido ha descubierto recientemente que una gran anomalía en el interior de la Tierra puede ser un resto de la colisión, sucedida hace unos 4.500 millones de años, que formó la Luna.
Según los autores del estudio publicado en Nature, la investigación ofrece nuevos e importantes datos no solo sobre la estructura interna de la Tierra, sino también sobre su evolución a largo plazo y la formación interior del sistema solar.
El estudio está basado en métodos de dinámica de fluidos computacional, en los que fue pionero el profesor Deng Hongping, del Observatorio Astronómico de Shanghai, de la Academia China de Ciencias.