La segunda sonda interplanetaria china, la Tianwen 2, despegó el pasado 28 de mayo desde Xichang mediante un cohete CZ-3B. Se trata de la cuarta misión de retorno de muestras de un asteroide tras las japonesas Hayabusa y Hayabusa 2 y la estadounidense OSIRIS-REx. La misión cumplió hoy 125 días en el espacio y su salud es, oficialmente, perfecta. Pero la sonda esconde un secreto o, mejor dicho, no sabemos qué quieren esconder, porque el asunto es que no hemos podido ver ni una sola imagen de la sonda completa antes del lanzamiento. Aunque en China no es raro —cada vez lo es menos— que no se muestren imágenes de una sonda civil antes del lanzamiento, el mismo día del despegue, o, como mucho, en los días o semanas posteriores sí que se suelen publicar fotografías del vehículo.