Webb encuentra agua, y un nuevo misterio, en un singular cometa del cinturón principal

El telescopio espacial James Webb de la NASA ha permitido otro avance científico largamente esperado, esta vez para los científicos especializados en el sistema solar que estudian los orígenes de la abundancia de agua en la Tierra. Utilizando el instrumento espectrógrafo del infrarrojo cercano (NIRSpec, por sus siglas en inglés) de Webb, un equipo de astrónomos ha confirmado por primera vez la existencia de gas —específicamente, vapor de agua— alrededor de un cometa en el cinturón principal de asteroides, lo que indica que el hielo de agua del sistema solar primordial puede estar preservado en esa región. Sin embargo, con la exitosa detección de agua llega un nuevo rompecabezas: a diferencia de otros cometas, el cometa 238P/Read no tenía dióxido de carbono detectable.

“Nuestro mundo saturado de agua, repleto de vida y, hasta donde sabemos, único en el universo, es algo misterioso: no estamos seguros de dónde provino toda esta agua”, dijo Stefanie Milam, científica adjunta del proyecto del telescopio Webb para ciencia planetaria y coautora del estudio que reseña el hallazgo. “Entender la historia de la distribución del agua en el sistema solar nos ayudará a comprender otros sistemas planetarios y si podrían estar en camino de albergar un planeta similar a la Tierra”, agregó.